La práctica arquitectónica es un ejercicio de optimismo. Pensar que para cada problema y cada programa hay, al menos, una solución. El diseño de Bureau LADA para la exposición 'Structuralism, An Installation in Four Acts' es uno de los proyectos más optimistas que recuerdo. Una arquitectura que es exposición, salón, vitrina, escenario, biblioteca, pasarela. Y que confía en poder aglutinar todo ello en un solo gesto. Lo sorprendente, en este caso, es que el optimismo es fundado. Los elementos que conforman este mueble-edificio-sistema son intercambiables, pero no las relaciones que se establecen entre ellos. Al más puro estilo estructuralista. Y lo mejor es que, además, es rojo.